¿Qué Hacer con las Utilidades? 4 Alternativas Productivas

Nos encontramos en el último trimestre del año, período en el cual se comienza a potenciar el gasto por las fiestas navideñas lo que es muy atractivo para los comerciantes por las ventas que se generan y también es atractivo para el consumidor porque realiza una de las actividades que más relaja, comprar.

Si bien es cierto que nos encontramos con un entorno donde el tema político exige un alto nivel de atención y la situación económica no es la mejor para muchos venezolanos, básicamente por la merma que hay en el poder adquisitivo al existir un incremento continuo de los precios y la escases de algunos bienes.

También es cierto que nos las ingeniamos para poder satisfacer las necesidades de compras y pasar unas buenas fiestas navideñas como debe ser.

El tocar este tema en el mes de octubre no es atípico, sobre todo cuando ya se comienzan a ver las ofertas de productos de la temporada en distintos locales, lo que nos incentiva a incrementar el consumo futuro o anticipar el mismo con la idea de aprovechar mejores precios.

Otro tema que en esta fecha también se encuentra en la mente de todos es el de las utilidades.  Aquella cantidad de dinero que se percibe como beneficio económico establecido por la ley o derivado de una convención colectiva que generalmente es mayor al indicado en la ley.

En el estricto sentido de lo que indica su nombre, las utilidades son el producto de un beneficio obtenido por una gestión apropiada durante un ejercicio económico, esto para el caso de las empresas.

El significado para el trabajador es completamente distinto, ya que es un derecho que se tiene por ley, pero considero que más allá de eso también deben ser vistas como la recompensa por una gestión realizada durante un período de tiempo para la empresa.

Por esta razón, lo que se percibe por este concepto debe ser muy bien valorado por el trabajador. En algunos casos las mismas se encuentran comprometidas por diversas razones, por lo que en el mismo momento en que entran, salen, lo que puede ser desconcertante, también son gastadas rápidamente, lo que en una economía inflacionaria como la nuestra puede estar justificado.  Sin embargo, siempre hay alternativas para hacer un mejor uso de las utilidades.

En esta oportunidad presentamos 4 Alternativas Productivas para el uso de sus utilidades, para que las considere y ponga en práctica las que pueda:

1. Aparte un porcentaje determinado: No importa cual sea el monto que reciba por este concepto, sean 15 días o 4 meses, tampoco se detenga a pensar en los compromisos que debe cancelar, lo que no significa que los incumpla.  Sencillamente realice un apartado de al menos el 10% y destínelo a iniciar su fondo de ahorros o a incrementarlo.

2. Cancele las deudas más costosas: Liste las deudas y evalúe cuales son las que le generan el mayor interés, de allí saque las cuentas y destine una cantidad determinada para cancelarlas o disminuir parte de las mismas.

3. Realice compras inteligentes: Compre los productos que realmente necesite, bien sean regalos, artículos para la casa o de consumo personal.  No se deje llevar por el impulso del consumo (lo que no es fácil), pero trate de gastar en lo que realmente necesite.

4. Invierta a plazo: Bien sea en un DPF, un Bono o un Fondo de Inversión, puede ser un poco difícil pensar en destinar parte de los recursos para el largo plazo y no consumir en el momento.

Sin embargo, se debe pensar en el futuro y que es mejor iniciar el año con dinero que le permita atender cualquier necesidad u oportunidad que se presente o tener una base que le permita acceder a una mejor inversión y así comenzar una nueva etapa.

Una reflexión:

Hoy, por nuestra situación inflacionaria tenemos una propensión a gastar todo porque mañana el dinero no rendirá o no estará el producto que se quiere y se habrá perdido la oportunidad.

Mañana, si no se tienen recursos ahorrados existe la certeza de tener que endeudarse para adquirir bienes, servicios o atender una urgencia y el costo de la deuda siempre será mayor al de la inflación.

Por:  Aristimuño Herrera & Asociados / Raymond Duarte Sandoval