Sí, finalmente Windows 10 es gratis, pero no para todos
23Jun2015
El pasado mes de marzo Terry Myerson,
vicepresidente de Microsoft, confirmó que Windows 10 sería un sistema
operativo gratuito para muchos usuarios. Todos los poseedores de una
licencia de activación de Windows 7 o Windows 8 / 8.1 podrán instalar la
nueva versión del sistema operativo sin pasar por caja.
El anuncio, sin embargo, dejaba en el
aire algunos casos algo confusos. Desde el comienzo de desarrollo del
nuevo sistema operativo Microsoft lo ha ofrecido en versión beta de
forma abierta a todos los usuarios que se dieran de alta en el programa
Windows Insider.
Nadie sabía hasta ahora qué pasaría
cuando que el sistema operativo definitivo llegara a las tiendas y la
propia Microsoft ha sido bastante críptica a la hora de hablar sobre el
tema. Hoy la situación se ha aclarado y la decisión puede facilitar,
para muchos usuarios, conseguir una copia de Windows 10 de forma
gratuita incluso si antes no tenía uno de los dos sistemas operativos
anteriores.
Los usuarios que no abandonen la fase de
pruebas beta podrán seguir actualizando y usando el sistema operativo.
Estas versiones beta tienen una fecha de expiración, pero se renuevan
cada poco tiempo con las actualizaciones correspondientes. Quienes sigan
en ese canal podrán seguir usando Windows 10.
Quienes lo abandonen, sin embargo, no
tendrán un Windows 10 gratuito. Una vez termine la vida programada de la
última versión beta instalada tendrán que adquirir una licencia para la
versión final de Windows 10. Si su ordenador venía con Windows 7 u
8/8.1 no hay problema, la versión sera gratuita. pero si no, o si se
trata de un PC construido a partir de cero sin sistema operativo, habrá
que pasar por caja. El nuevos sistema costará 119 dólares en su versión
básica.
Quedan pocos usuarios atados a versiones
de Windows anteriores a 7. Windows Xp aún está presente en un 14% de
los ordenadores, según netmarketshare, pero en muchos tratos se trata de
máquinas corporativas o sistemas dedicados a otras funciones (por
ejemplo cajeros automáticos) que en cualquier caso no iban a
actualizarse a Windows 10.
Para la mayoría de usuarios la propuesta
de Microsoft es lo suficientemente atractiva. Cualquiera que haya
comprado un ordenador con Windows preinstalado en los últimos años podrá
actualizar a la última versión. Con Windows 10, en cierta forma, muere la idea del sistema operativo como producto de pago.
Apple comenzó a ofrecer actualizaciones gratuitas para OSX en 2013 y
Google, en su plataforma ChromeOS, tampoco cobra por las nuevas
versiones. Microsoft tenía que dar el paso, aunque su estrategia
comercial le impedía hacerlo de forma tan decidida.
Expansión
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